La Cábala o Qabbaláh significa literalmente “recepción” y es conocida como un
sistema filosófico esotérico, de origen judío, que comprende una Teosofía
completa y una serie de herramientas para la evolución armónica del
hombre.
Tras la diáspora se encuentran asentamientos judíos en el
Languedoc francés, donde ya en el siglo XII Isaac
el Ciego escribe presuntamente una obra cabalística: El
Bahir. De Francia la Cábala pasa a España, donde destacan figuras como Azriel de Gerona o Ibn Gabirol. España, Sefarad,
es el lugar donde la Cábala alcanza su esplendor, con una obra del mismo
nombre: El Zohar (“Libro del Esplendor”), atribuido a Moisés de León. Sin embargo, su verdadero origen se remonta a
tiempos bíblicos, puesto que la Cábala, como todo saber esotérico, se
transmitía oralmente a unos iniciados. El término “recepción” indica que es un saber revelado directamente por Dios,
se dice que a Abraham y Moisés. De ahí viene el otro término por el que se la
conoce: Sabiduría Secreta (jokmáh nistaráh). Algunos cabalistas
afirman que la Cábala es inherente al hombre desde Adán, un conocimiento
interno que puede desvelarse, de ahí que digan que “La Cábala no se estudia se recuerda”.
Utilizando las herramientas de la
Cábala ( Notarikón y Temurá ), analizaremos su significado: קּבּלּהּ
Comienza por la letra קּ
Quof, que significa tanto llave como parte posterior de la cabeza –la “Boca de Dios”, dónde según se
dice se recibe la iluminación.

לּבּ
|
Leb
|
Corazón
|
הּבּלּ
|
Hevel
|
Aliento
|
לּהּבּ
|
Lahab
|
Llama
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לּבּהּ
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Labah
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Entusiasmar
|
Una posible composición con estas palabras sería: “ El
aliento que prende la llama del corazón con entusiasmo”.
La Cábala se constituye por:
- Un
cuerpo de conocimientos teosófico y filosófico, que incluye una interpretación
hermética de la Toráh, y obras propiamente cabalísticas como el Zohar y el Sefer Yetzirath.
Para los cabalistas, el lenguaje es creador y la Toráh contiene todas las
claves necesarias para la comprensión del cosmos y del hombre.
- Unas herramientas para la hermenéutica del significado oculto de la Toráh. El lenguaje hebreo, se considera un lenguaje puro (la palabra y la cosa designada son lo mismo). Es el lenguaje sagrado de Occidente, como el sánscrito lo es de Oriente. Dichas herramientas son: Guematria, Temurá y Notharikón. El uso de tales herramientas se conoce como Cábala práctica.
- Un diagrama que describe tanto el macrocosmos como el microcosmos: el Arbol Sefirótico o Arbol de la Vida, constituído por 10 esferas (Sefirot) y 22 senderos que unen éstas, a cada uno de los cuales les corresponde una de las 22 letras hebreas del alefato. Dios se sirvió de las letras para crear el universo a través de sus emanaciones o sefirot: “Diez sefirot de la Nada y 22 letras fundamento” (Sefer Yetzirah)
El idioma hebreo
“En el Principio era el Verbo, y el Verbo
estaba con Dios, y el Verbo era Dios”
En hebreo, el nombre del objeto y el propio objeto designado
son una misma cosa, de hecho se utiliza una misma palabra: דּבֿרּ (dabar). Es el
sujeto, con su palabra creadora, quien da lugar a los objetos, tanto internos
como externos. Teniendo en cuenta que “cosa” u “objeto” es aquello de lo que
podemos decir algo y a lo que podemos nombrar, el Sujeto, llámese Consciencia o
Dios, no puede ser definido ni limitado, pues entonces sería un objeto. Tan
solo podemos “apuntar” hacia Eso, pues ninguna palabra puede designarlo. Aquí
vemos la correspondencia con otras enseñanzas, como el Taoismo: “El Tao que puede nombrarse no es el
verdadero Tao…”
El idioma hebreo es de origen semítico y es uno de los más
antiguos que se conocen. Se constituye por un alfabeto –el Alefato- de 22
letras consonantes. De ahí que la pronunciación correcta de una palabra
–dependiente de los indispensables fonemas vocálicos- se considerara un
conocimiento oculto y de gran poder.
יּהּוּהּ
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De hecho el Shem o Nombre, conocido también como Tatragramatron, no puede
ser pronunciado pues el modo correcto de hacerlo se desconoce. Los judíos utilizan el término Adonai
para referirse a Dios.
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Para poder pronunciar las palabras de uso común se inventaron
los llamados puntos masoréticos o
bien se utilizaron determinadas letras ( he, yod, vau) como vocales.
El texto se escribe de derecha a izquierda, y cada palabra
debe componerse de al menos dos letras. Otra cualidad única del hebreo es que
cada una de las veintidós letras tiene un valor numérico, por medio del cual
puede ser calculado el valor numérico de cualquier palabra. Esta peculiaridad
permite una de las técnicas hermenéuticas de la Cábala: la Guematria.
Por otro lado, cada una de las 22 letras tiene un significado
propio, lo cual permite el desarrollo de otra técnica, llamada Notarikón.
Las 22 letras se complementan con 5 letras finales, que son
una variación del símbolo que corresponde a
5 determinadas letras cuando se escriben al final de la palabra.
Existen 3 letras
madres, llamadas los 3 orígenes:
אּ
|
ALEF
|
Elemento aire
|
מּ
|
MEM
|
Elemento agua
|
שּׂ
|
SHIM
|
Elemento fuego
|
La letra alef es la primera del alefato, la shim es la última, y la mem es la central, si tenemos en cuenta
el alefato completo de 27 letras.
El Arbol de la Vida עץ החיים
El Arbol de la Vida o Arbol
Sefirótico, diagrama principal de la Cábala, aparece ya como representación
de toda la creación en el Sefer
Yetziráh (Libro de la Formación): “Diez sefirot de la Nada y 22 letras
fundamento”. En el Génesis se indica
que en el Jardín del Edén existen dos árboles: El Arbol de la Vida y el Arbol
de la Ciencia del Bien y del Mal.
Sabemos que el fruto del primero es la vida eterna, mientras que el del
segundo es la muerte. La interpretación ortodoxa de este conocido mito ya la
conocemos. Pero podemos examinarlo desde otra visión:
“Discriminar
entre el mal y el bien es el origen de todo pecado” ( Ramana Maharsi)
En el Arbol de la Vida a la
triada formada por las 3 primeras
esferas se le conoce como “Triada de las
Raíces” o “Gran Rostro”, por
referirse a la divinidad, siendo el resto del Arbol llamado “Pequeño Rostro”. La primera de las
triadas de éste es la formada por la esfera del Conocimiento , que es una
esfera oculta, y las esferas 4 y 5: Misericordia
y Severidad, también conocidas como Bien y Mal. La esfera del conocimiento: Daath, es realmente una esfera oculta, la undécima esfera, llamada
a veces la “no esfera”. El conocimiento del bien y del mal es el comienzo de la
Dualidad y el fin de la Unidad, la expulsión del Paraíso en definitiva, puesto
que no es posible ningún opuesto sin su contrario.
El Arbol de la Vida puede verse como un camino que el
alma recorre para retornar de nuevo a su Origen. Este camino de 32 elementos es
el “Camino del Corazón”, puesto que
el corazón: לּבּ leb, suma
exactamente 32, que es también el número de veces que se menciona a Dios en el
Génesis. Y como hemos visto, las letras lamed
y beth forman también parte de la
palabra Kabaláh. En síntesis, puede compararse la Cábala con una escalera que
permite remontar los sucesivos niveles de manifestación hasta alcanzar la Causa
Suprema.
La Escalera de Jacob
Yo dije:
“Muéstrame la escalera que pueda subir hasta el Cielo”
El dijo: “Tu
cabeza es la escalera, pon tu cabeza bajo tus piés”
(Rumi)

Por otra parte, los “Ángeles
subiendo y bajando por esta escalera” representan el movimiento continuo en
ambas direcciones, que podríamos decir de involución
hacia abajo y evolución hacia arriba.
La Creación no es algo que sucedió, sino que es algo que está sucediendo en
cada instante.
Es interesante reseñar que el Arbol sefirótico está “invertido”, pues sus raíces se encuentran en el cielo, y sus ramas en la tierra. La última esfera o sefirah es Malkut, que representa el “Fruto”del Arbol, mientras que la primera de las esferas Kether sería la “Fuente” que, como un surtidor, llena su recipiente, y una vez lleno, se derrama sobre otro inferior, el cual, al llenarse a su vez se desborda sobre un tercero más abajo y así sucesivamente en cada una de las esferas. Este derramarse constante de la fuente nos recuerda que la Creación sucede a cada instante
Que bueno tu blog. Lo vengo siguiendo!!
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